Artista: Kamyr Martinez

Hola a tod@s! Bienvenidos al blog de Lienzo, Poesia e Incienso. Hoy en dia lamentablemente, cada dia son menos las personas que visitan nuestros museos, nuestras galerias, enfin nuestras joyas. En espiritu los invito a visitarnos. De manera que los jovenes puertoriquenos fomentemos el conocimiento sobre el arte. Pueden enviar sus escritos, fotos de sus dibujos, pinturas etc. al siguiente email: kamyrmar@gmail.com . De manera que las podamos apreciar, discutir y disfrutar junt@s.
El fantasma se inquieta y te devora
te hace sentir extasiada en ti misma y te creces
salpicas con piezas y jugadas
el laberinto de la poesia que nace de tus venas.
Solo el saber q existes me ha dejado esperando
esperando lo que no esparaba ni habia encontrado
alejado de recuerdos que siempre estuvieron y tu los trajiste
devuelves el ser que antes era.
Conocerte a ti misma es conocerme
saber q existes en ti misma
es verme en el espejo de tu mirada
caminar alrededor de tu cabellera rizada o lacia
No preguntes, porque te contestaré lo que tu ya sabes
lo que esperas y lo que no esperas, lo que es y lo q no es
tu expresión me inquieta me hace sentir alerta
me provoca salpicar en tu voz el deseo de mi razón
Usted no es un esquema, es ecuación de agua salada
es el vibrar de las olas en la playa del oeste
la encendida luz que el aura comenta con gozo
el silbido apacible antes de la tormenta...es usted...
Que me lleve el viento y me arrastre la resaca
que desencalle mi ancla que en el mar tengo hundida
salgan los niños a las calles que se acerca usted
prendan las luces verdes de mi balcón...
que se acerca usted...carcajeando en mis brisas...
Mientras tanto
Corres desbocado
Tan frenético en
Tu busqueda perpetua;
Del aplauso;
Mientras tanto;
Tu hija,
Se esconde en el baño.
Ciegas a tu gente
Pues tu ego
Resplandece,
Y envejeces;
Reclamando;
Mientras tanto;
Tu hija,
Se esconde en el baño.
Perpetúa retórica
Melodia demoniaca
Mientras tanto,
Sollozando,
Deslizando,
Tu hija
Se esconde en el bano.
El aroma fermentado
Hoy bien brota de tus labios
Putrefacto
Evaporando;
Mientras tanto;
Tu hija,
Se esconde en el baño.
Oscilas mano en mano,
Eres péndulo entre
Entre rostros
Saludando;
Y posando;
Mientras tanto;
Tu hija,
Se esconde en el baño
Tu fachada
Crece y teme
Que le velen
Que lo encuentren
Truqueteando
Mientras tanto;
Hoy rezando;
Tu hija,
Se esconde en el bano.
Retumban las paredes
Te engrandeces
Te estremeces
Del aplauso
Mientras tanto,
Sollozando,
Tu hija se ahoga en el llanto.
Dibujo: "Ramas del Facial", 2004
Por: Kamyr Martinez Ramirez
La lluvia se encargo de no inmortalizar a Ricardo. Mientras trascurrían las gotas por su cuerpo mojado por la lluvia. Levantó su mirada hacia el cielo rosado. Y respiro el aroma del rocío recién llegado la mañana. Suspiró. Fue ahí, en ese instante que se percató de lo sucedió. La musa la había abandonado. En ese instante, no quedaba otra alternativa, nada más que realizar. Nada más, excepto lo evidente; recoger el cuadro y protegerlo de la lluvia. ¿Y la pintura? ¡La pintura amarilla! ¡Esta recién mojada! No importa. Eso es lo que la musa hubiera querido, que fueras libre, sin convencionalismos, sin ataduras. ¡Eres libre Gabriela! Por fin ha llegado tu hora. ¿Y que dirá el Ricardo? Es su cumpleaños, ha de estar contento. En ese momento decidió recoger toda su humilde obra. Pero solo un pequeño detalle; no encontraba como doblarla. Como un niño ingenuo que su madre le pide que doble las sabanas de la cama. Y frente a ese inmenso reto opta por enrollarlo como un pergamino. Así hizo Gabriela. ¡Enróllalo rápido Gabriela! ¡Antes de que la musa te falle y te abandone por completo! ¡Guárdalo Gabriela! En ese momento colocó el manto de canvas sobre su cuerpo. La lluvia continuaba saturando la obra. Amenazando contra su creación. Ya las líneas se confundían entre si; y se traspasaban al vestido de Gabriela. Aquel vestido blanco que le con tanta frecuencia lo llevaba puesto. Había sido transformado en una extensión de su cuadro saturado de pintura amarilla. Y el rostro de Ricardo que tan meticulosamente había trabajado Gabriela, se fue desvaneciendo. ¡Se te va la musa Gabriela! ¡Llévaselo! ¡Llévaselo a Ricardo antes de que amanezca, pues es su cumpleaños y ha de estar contento! ¡Lo sorprenderás, Gabriela!, Y permanecerás grabadada en su memoria, Gabriela, para siempre. ¡Aunque la musa te abandone, él nunca te abandonara! En ese momento Gabriela subió las escaleras de la casa. Desbocada por los callejones de la cuidad. Desbocada sin aliento, llego hasta el pie de aquel humilde apartamento. El de los cuartos pintados a mitad.
--- ¡Ricardo! ---Gritó Gabriela., Sus manos, sus codos todos cubiertos de aquella pintura amarilla. El lenguaje ya le fallaba. Y al igual que la musa, amenazaba con abandonarla, La gravedad le halaba la sangre de su rostro como un imán hacia sus manos; hacia sus pies. Su rostro cada vez más lívido, cada vez más débil. Suspiró de nuevo. Caos; Desorden. ¿Donde es arriba? ¿Donde es abajo? Dolor y alegría. Frío y calor. Ansiedad y alivio. En una tormenta de paradojas se encontraba la pintora. En ese instante se escuchó el chillido de la cerradura oxidada de la puerta. Una figura salía del vestíbulo. El vestíbulo aquel de la casa mitad pintada.
--- ¡Ricardo, Se fue se me fue! ¡Me ha abandonado!
--- ¿Que dices?---preguntó el Ricardo aun dormido a medias. No estaba preparado lo que estaba por presenciar. Muchos anos después, le perseguiría la imagen. Recordaría aquella mañana fiel, como la mañana donde el aroma del rocío penetraba todas sus entrañas. Aquella mañana.
---- ¡Gabriela!
Y así cayó el canvas al suelo, y se derramó la pintura amarilla recién aplicada en un río de pintura amarilla, roja….y anaranjada.
Autora/Artista: Kamyr Martinez